zambitas de metáforas, milongas ortográficas, abrazos literarios, dancings virtuales.
martes, 27 de mayo de 2008
Amos Oz
Entrevista de ADN Cultura-La Nación
Empezar a escribir
"Una página en blanco es en realidad una pared encalada sin ninguna puerta ni ventana. Empezar a contar una historia es como tontear con una persona totalmente desconocida en un restaurante. ¿Recuerdan al Gurov de Chejov en "La dama del perrito"? Gurov hace al perrito un gesto monitorio con el dedo una y otra vez, hasta que la dama le dice, ruborizándose: "No muerde", y entonces Gurov le pide permiso para dar un hueso al can. Tanto a Gurov como a Chejov se les ha dado así un hilo que seguir; empieza el coqueteo y el relato despega.
El comienzo de casi todos los relatos es realmente un hueso, algo con lo que cortejar al perrito, que puede acercarlo a uno a la dama."
Lecturas- Doris Lessing
Leí a
Doris Lessing
El cuaderno Dorado
Ed. Punto de lectura
Escribirse/describirse.
Libro de inclusiones, diario femenino y proyecto de escritora dividido en cuadernos de colores, superpuestos e incluidos como muñecas rusas. “El cuaderno Dorado” es un rompecabezas de los caminos a la madurez de las “Mujeres Libres”. Los libros culminan cuando Anna Wulf, la protagonista, escribe el Cuaderno Dorado, síntesis superadora, sueño interpretado, madurez asumida en la aceptación de los cadáveres emocionales de una vida intensa. Los emblemas de la juventud revisados, África y el mundo colonial durante la guerra, la sociedad de posguerra, el comunismo, la escritura y los amores vividos hasta la locura, son desarmados y analizados de una manera impiadosa, que en los días de su publicación (1962) deben haber causado una potente impresión revolucionaria rápidamente asimilada al feminismo.”El cuaderno dorado” es más que una novela feminista, sobrevive al movimiento de época. Funda lo femenino en una disección sin piedad de la vida emocional y física, y da consistencia y palabra a las emociones flotantes, a aquello que no llega a tomar estatuto de “hecho”, de historia. Honestidad brutal, sincericidio sin tregua, hacen de la lectura una continua sorpresa al leer plasmadas honduras nunca dichas, deshechos cotidianos femeninos a los que Lessing saca brillo y expone. Los análisis de las parejas en las que se envuelve Anna, a su vez proyectados en otros personajes, son exhaustivos y recorren los límites del amor asumido en sus consecuencias, libre de ataduras. El contrapeso lo dan las esposas de los amantes (mujeres casadas y sometidas a los cánones de la época, que crían hijos en casas de suburbios), fantasmas con los que Anna establece una relación ambivalente.
Enfrascada en una crisis que coquetea con la locura, Anna y su amiga Molly, emergen del caos buscando nuevos sentidos en la maternidad, nuevas parejas, reformulando caminos, aceptando su historia, escribiéndose.
Incluyo algunas viñetas:
“June se echaba en un viejo sofá de cretona escuchando durante horas un tocadiscos portátil, modelando en su imaginación al hombre a quién permitiría librarla de aquel estado de sonambulismo. Y algunas semanas más tarde la imagen era lo suficientemente fuerte para crear al hombre.”
“En el momento que ella se le entrega emocionalmente, los sentimientos de él se interrumpen y deja de desearla. Ella, herida y sintiéndose desgraciada, acude a otro hombre. Pero, en aquel momento, el primero vuelve a encontrarla deseable.”
“A veces las mujeres me desagradan; me desagradan por la capacidad que tenemos para no pensar en nada cuando nos conviene. Por ejemplo decidimos no pensar cuando intentamos alcanzar la felicidad.”
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